En los tiempos antiguos, cuando los hijos de Israel vagaban por el desierto, se les presentó un gran prueba. Un colosal enemigo estaba amenazando su bienestar. En este momento de necesidad, Dios envió a Josué, un audaz guerrero, para liderarlos. Josué escuchó las palabras de Dios y se preparó para la batalla. Un día, mientras Josué dirigía